Mi primera polémica en la prensa

Hoy he creado mi primera polémica en la prensa. Casi sin querer he publicado una noticia que ha tenido una repercusión que no me imaginaba. Me explico. El C.D. Toledo ha cambiado de dueños en los últimos días. La sociedad gestora que lo controlaba, Salvatol, ha llegado un acuerdo para que a final de temporada el 75% de las acciones que posee pasen a manos de Arquinver, una empresa de la construcción cuya sede está en un pueblo de la provincia, Torrijos. El montante de la operación es de 600.000 euros y ambas partes han llegado a un acuerdo para co-gestionar el club hasta final de temporada.

El anuncio del acuerdo se produjo el martes por la noche, una vez terminada la reunión entre el consejero delegado de Arquinver Juan José del Valle y el actual presidente del C.D. Toledo Ramón García-Samarancha, por lo que ayer se me ocurrió publicar en el periódico en el que trabajo una página con reacciones a la operación de las distintas partes.

Por un lado, llamé a unos cuantos jugadores de los que componen la plantilla, que mostraron su satisfacción por la operación, y por otro, con el que se presume será el responsable deportivo del nuevo proyecto Miguel Ángel de la Rosa. En el transcurso de la conversación que tuvimos vía telefónica, le pregunté por la continuidad del actual técnico Antonio Iriondo. Y es que una de las trabas a la hora de completar la operación fue la su renovación. Aunque no se ha confirmado oficialmente, a lo nuevos accionistas no les hizo ninguna gracia que la junta actual renovase al técnico sin tomarles parecer cuando ya se sabía que la gestión del club cambiaría de manos.

Con el acuerdo, parecía que la polémica se había zanjado y que Arquinver "había tragado" con la renovación de Iriondo. Pero cual fue mi sorpresa cuando de la Rosa me dijo que la renovación de Iriondo no era una condición sine quanóne a su continuidad.

Al día siguiente (me acordé de cuando el profesor Antonio Rubio nos hablaba de "el día siguiente a la publicación" en la asignatura de periodismo de investigación), los teléfonos no pararon de sonar. Parecía que con el ascenso a Segunda División B en el horizonte, la cuestión del entrenador se había cerrado. Me llamaron compañeros de otros medios, los directivos responsables de la renovación, etc. Por unas horas, me sentí importante en el mundillo periodístico, jejeje.