El sueño de un equipo humilde

El domingo por la mañana, el deporte toledano tenía una cita histórica. El Bargas Atalia jugaba la vuelta de la promoción de ascenso a superliga en el pabellón Cristo de la Sala. El tanteo no podía ser mejor. Una semana antes, las jugadoras que entrena Adrián Fiorenza habían ganado 1-3 en Alicante al Promociones Percán y sólo necesitaban dos sets para lograr el ascenso.

Durante toda la semana, radios y periódicos dejaron el deporte rey a un lado para informar de un deporte minoritario y en el que un conjunto de chicas humildes podrían hacer algo grande. Máxime teniendo en cuenta como había empezado todo esto.

Al principio de temporada, el C.V. Toledo tomó la decisión de emigrar a la vecina localidad de Bargas. Esta decisión, basada en que el ayuntamiento de Bargas consiguió un patrocinador fuerte al equipo, no sentó nada bien al concejal de Deportes Fernando Fernández-Gaitán que tildó la situación de maniobra política, ya que le alcalde bargueño Gustavo Cid es vicepresidente de la Diputación Provincial y distinto signo político al consistorio capitalino.

Después de toda esta tempestad, la calma volvió al equipo que poco a poco fue cuajando buenas actuaciones hasta el punto de terminar la liga regular como primeras, detrás del Ícaro Alaró. Así pues, la primera oportunidad vino en Palma de Mallorca en la fase de ascenso que el equipo toledano jugó junto al Gervasport, al Hario Rioja Voley y al Ícaro Alaró, el anfitrión que a la postre conseguiría el ascenso.

De esta manera, Bargas Atalia disfrutaba de otra oportunidad para lograr un ascenso histórico que no desaprovechó. Desde el principio del partido, las toledanas supieron estar a la altura, alejando cualquier espectro de "maracanazo". El primer set fue para las de Fiorenza, que tras ceder en el segundo tanteo se apuntaban el tercero y conseguían matemáticamente el ascenso. El resto fue disfrutar. El entrenador argentino del Atalia dio entrada a las menos habituales que saltaban a la cancha con los ojos enrojecidoS y lágrimas corriendo por las mejillas.

FELICIDADES, OS LO MERECÉIS.